El miércoles 14 de septiembre, a las 11:30 de la noche, se integró la Junta Nacional Electoral (JNE), únicamente por los frentes estudiantiles históricos. El Comisionado Universitario se siente obligado a informar a los estudiantes en particular y a la comunidad universitaria en general sobre los antecedentes mediatos y el desarrollo de las discusiones entre sectores estudiantiles en las horas previas a este evento. Igualmente, desea transmitir su valoración de la situación actual y recomendar algunas medidas que deberán tomarse si se quiere lograr el éxito del proceso electoral estudiantil.
1. El 5 de septiembre de 2011, el Comisionado convocó a la conformación de la JNE, bajo una interpretación del Reglamento Electoral Estudiantil (REE) que diferenciaba entre la condición de “reconocido” que el REE dispensa al FRU, al FUUD, a la FUR y al BARM, éste último sólo para la Facultad de Ciencias Médicas, y, la de “participante”. Nuestra lectura se hacía con base en el principio pro-libertatis, según el cual, de entre varias interpretaciones posibles, debe escogerse siempre la más favorable al ejercicio de los derechos. En esta línea de argumentación, tanto los frentes como los movimientos independientes eran todos potenciales participantes hasta tanto no inscribieran candidaturas concretas. Es por eso que insistimos a los frentes que era correcto que permitieran que los movimientos independientes que respondieran a la convocatoria para integrar la JNE tuvieran participación en dicho órgano. Bajo estas circunstancias, además de los tres frentes que operan en el ámbito nacional, también respondió a nuestra convocatoria el movimiento “Cambio, Evolución, Refundación” (CER).
2. Si bien tanto la primera como la segunda convocatoria se giraron por escrito, el día previo a la fecha límite para la integración de la JNE, el Comisionado invitó, por vía electrónica, a los tres frentes y al movimiento CER para la sesión en la que se instalaría formalmente la Junta. Los representantes de los frentes no se hicieron presentes al Salón de Juntas de la Rectoría el 14 de septiembre de 2011, por lo que media hora después el Comisionado tuvo que afirmar que haría uso de la atribución que le concedía el artículo 20 del REE para asumir en adelante las funciones de la JNE. Dado que durante el proceso preparatorio los tres frentes estudiantiles no habían hecho acto de presencia en más de una ocasión a talleres y reuniones auspiciados por el Comisionado, aún mediando convocatorias escritas y confirmadas, si bien lamentamos su ausencia esa tarde, no nos pareció un comportamiento extraño, puesto que las tres organizaciones habían estado actuando de consuno desde hacía al menos un mes. No nos imaginamos en ese momento que luego invocarían que no recibieron la convocatoria a la reunión. Es importante señalar, que desde un punto de vista legal estricto, a pesar de la declaración hecha por el Comisionado a las 3:30 pm., el plazo para la constitución de la Junta no vencía sino hasta la medianoche de ese miércoles 14 y que el REE, particularmente su artículo 20, no hace referencia a que el Comisionado debe instalar la Junta. Una vez examinadas sus credenciales y convocada la reunión, la Junta podía autoconstituirse con los potenciales participantes en el proceso.
3. Alrededor de las 6:00 de la tarde, llegaron a nuestra oficina los estudiantes que habían sido nominados por los frentes para integrar la JNE, a quienes se sumaron posteriormente otros dirigentes y activistas de estas organizaciones. Iniciamos una reunión en la que se les hizo ver que se les había esperado en la reunión de la tarde, pero que en todo caso nos encontrábamos todavía dentro del plazo para conformar la Junta. En este sentido, habrá que recordar que el espíritu del REE siempre fue que los estudiantes asumieran la dirección de su propio proceso electoral y que la intervención del Comisionado sólo debía producirse en una situación muy excepcional en que se declarase desierta la conformación de la JNE. Ellos nos insistieron en que se procediese a instalar la Junta, pero se les dijo que era necesario realizar algunas consultas, muy especialmente con el movimiento independiente que sí había estado en la reunión de la tarde. Los estudiantes del CER muy amablemente accedieron a llegar, a eso de las 7:30 pm. y se realizó la discusión a partir del formato de acta que se había preparado para la reunión fracasada de la tarde.
4. Durante las conversaciones, los frentes afirmaron que ellos no se oponían a la inscripción de candidaturas independientes y a su posterior inclusión en la JNE, pero opinaban que esa incorporación sólo podía producirse hasta que estuvieran debidamente inscritas. Asumiendo una postura más bien corporativista, los tres frentes se negaron rotundamente a la incorporación de CER. Luego de un intercambio muy intenso, a eso de las 9:00 pm. el Comisionado había logrado que al menos aceptaran la presencia del movimiento independiente como un observador permanente, invitado a todas las sesiones de la Junta, con voz, pero sin voto, hasta que se confirmara su inscripción. Con el plazo a dos horas de expirar y asimilando la propuesta a la condición del cuarto magistrado (suplente) del Tribunal Supremo Electoral, al Comisionado le parecía un acuerdo, si bien no óptimo, aceptable. Después de todo, a las 3:30 pm., cuando el CER dejó el salón de Rectoría ante la ausencia de los frentes, tampoco tenía un asiento en la Junta, pues era el Comisionado únicamente el que hubiese tenido que asumir las funciones de ese órgano. Sin embargo, entonces fueron los delegados del CER los que no aceptaron, en una actitud que, si bien respetamos plenamente, nos parece que desaprovechó la oportunidad de hacer auditoría social desde dentro.
5. Para salvar la situación, el Comisionado recordó a los frentes que, si bien cuatro hubiese sido el número de integrantes más correcto, dado que el Reglamento señala que el órgano será dirigido por un Presidente, un Secretario, un Escrutador y los vocales respectivos, ellos podían autoconstituirse, firmando el titular de esta oficina únicamente como observador.
6. El escenario alterno a la no constitución de la Junta, el cual consideramos inviable, era que el Comisionado, haciendo uso de la posibilidad que franqueaba el Reglamento, asumiera las funciones de la Junta y que, apartando su escaso personal de las tareas cotidianas de quejas, se dedicara a formar 18 juntas electorales y conducir todo el proceso hasta el 15 de noviembre, en un ambiente de oposición activa de los frentes y de ausencia de movimientos independientes en suficiente número como para formar juntas locales en todas las unidades académicas. Esto, al mismo tiempo que libraba una batalla legal interna y externa ya que el representante de uno de los frentes afirmó que en una reunión que los tres frentes habían sostenido ese miércoles 14 por la mañana con la señora Rectora se había considerado la idea (ignoramos a iniciativa de quién) de que el Abogado General emitiera un dictamen y que el Consejo Universitario interpretara el REE, para ver si el Comisionado lo estaba aplicando correctamente. En síntesis, se trataba de un panorama de suspensión o cancelación de las elecciones, con las consecuencias que esto hubiera traído para la integración del Consejo Universitario y la Junta de Dirección, en el contexto de amenaza a su facultad constitucional de dirigir la educación superior que vive nuestra institución actualmente.
7. El Comisionado respeta y guarda igual consideración tanto por los estudiantes que desean expresarse a través de los frentes, como por aquellos que desean abrir otras avenidas de participación en los órganos universitarios y en el gobierno estudiantil. Es por eso que conviene aclarar que nuestra insistencia por la inclusión del movimiento independiente en la JNE no obedecía a una posición anti-frentes o pro-independientes, sino al hecho que era importante enviar un mensaje de confianza a quienes piensan participar por vías diferentes a las organizaciones tradicionales. En esto, insistimos, en ningún momento hemos incitado a la formación de candidaturas, solamente se ha apoyado a grupos ya constituidos a ejercer su derecho a la participación. Al margen del tamaño del movimiento CER o de sus posibilidades reales de éxito, nos parece que su no integración en la JNE puede tener un impacto psicológico en otras organizaciones independientes que desean postularse a nivel local en facultades y centros regionales. Lo más preocupante es que lo sucedido pueda tener consecuencias en el entusiasmo para inscribir candidaturas o en los niveles de participación y abstención el día de las elecciones.
8. En un ejercicio de optimismo y presunción de buena fe, el Comisionado quiere pensar que los frentes cumplirán su promesa de inscribir a todos los movimientos independientes que llenen los requisitos y de integrarlos a las juntas electorales inmediatamente cumplido este trámite. Sin embargo, creemos que en propio interés de la JNE es necesaria la observación externa. Es por eso que para el acto de traspaso de responsabilidades a la Junta invitaremos a la Federación de Organizaciones Privadas de Desarrollo (FOPRIDEH), el Mirador Electoral, el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), el Centro de Derechos de Mujeres (CDM), el Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (CIPRODEH) y otros sectores. Igualmente ahí, ante la presencia de los/as decanos/as y otras autoridades universitarias, que en adelante tendrán una relación directa con la Junta, haremos un llamado a los docentes y autoridades a que apoyen positivamente el proceso electoral, pero que no intervengan influyendo, mediante amenazas o incentivos, en la toma de decisiones de los postulantes y electores.
9. Finalmente, en forma respetuosa, pero contundente, hacemos un llamado a la Junta Nacional Electoral para que envíe un mensaje inequívoco de confianza, en palabras, pero sobre todo en hechos, al estudiantado en general, y a los que planean presentar candidaturas independientes en particular. Este no sólo es un tema de igualdad de oportunidades, sino también un asunto de paz y armonía en el proceso electoral, puesto que si este mensaje de la Junta no es lo suficientemente alto y claro, podrían incluso gestarse conflictos en algunos centros regionales y facultades. El Comisionado invita a la JNE a que no descarte incluso, dentro de estos gestos para promover confianza, un acercamiento conciliatorio y sincero con el CER.
10. De nuestra parte, hemos cumplido, si bien no como hubiésemos querido, con el mandato reglamentario de impulsar las elecciones estudiantiles. Por tanto, en lo sustantivo del proceso nos limitaremos a las actividades de vigilancia y recepción de quejas que nos atribuye el REE y nuestro propio Reglamento, así como a tareas de asesoría, siempre y cuando esta sea solicitada por la Junta. Además, continuaremos apoyando la recolección de firmas de los movimientos independientes que nos lo pidan, aclarándoles que, en última instancia, su inscripción e incorporación a los órganos electorales dependerá de la JNE. En cuanto a lo administrativo, pediremos inmediatamente a la Rectoría y al Consejo Universitario que los fondos que teníamos asignados para el proceso sean traspasados a la brevedad posible a la Secretaría de Administración y Finanzas para que ésta los ejecute directamente en apoyo a la JNE. El volumen de las compras y la cantidad de requisiciones que habrá que tramitar para el proceso electoral rebasan las posibilidades de la administración unipersonal de nuestra dependencia y no quisiéramos por tanto convertirnos en un obstáculo para el cumplimiento del cronograma electoral. En síntesis, y sin perjuicio del apoyo que debemos prestar todos los demás miembros de la comunidad universitaria para el éxito de esta importantísima empresa, la responsabilidad política, técnica y administrativa del proceso electoral queda, en adelante, enteramente bajo la responsabilidad de la Junta Nacional Electoral.
Ciudad Universitaria, “José Trinidad Reyes”, a los 19 días del mes de septiembre de 2011.
Andrés Pérez Munguía
Comisionado Universitario
2 comentarios:
Porqueria!!!! igualitos al congreso nacional a las 11:30 de la noche aprovando chanchadas!!!
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